Aunque me decía lo contrario, la virtualidad no siempre funciona para las mamás
Como te contaba en la entrada
anterior, las Nenis eran las mujeres con las que quería organizar el Club de
historias para mamás ocupadas. No tenía un grupo organizado, tampoco contaba
con el respaldo de una institución educativa u organismo gubernamental que ya
tuviera un grupo conformado. En ese momento esa era la tarea principal: reunir
a un grupo de Nenis que se interesa en integrarse al Club. Éste sería un grupo
independiente de reuniones virtuales, con las características: ser mujer, mamá de niños
entre 4 a 8 años de edad y residir en la República Mexicana, además de contar
con internet y la aplicación de reuniones en tiempo real, en este caso será
Zoom.
Para
hacer la ruta de la convocatoria del proyecto virtual hice uso del diagrama de
Gantt y técnicas de marketing digital como el e-mail marketing.
Después
del lanzamiento de la convocatoria, una pauta publicitaria en Facebook y la
difusión en redes sociales, para conformar el Club de historias de manera
virtual se inscribieron: 31 mujeres. De las inscritas los datos que se
obtuvieron al momento de registrarse son los siguientes: Había 17 mujeres de
Chiapas, 3 de la Ciudad de México, 7 de Querétaro, 1 de Yucatán, 1 de Campeche
y 1 de Morelos.
En
la virtualidad tenía planeado desarrollar el proyecto en tres etapas: La
primera etapa de lectura y comprensión lectora para las mamás como
participantes; la segunda etapa, en la que participarán mamás e hijos, en la
que contarán y narrarán en voz alta; y la última etapa de escritura para mamás.
Para
la primera sesión nos conectamos desde una cuenta Zoom Premium perteneciente a
una organización. Para las posteriores sesiones se programé una reunión
recurrente en Zoom, para obtener el enlace que les hice llegar por el correo
electrónico y por el grupo de WhatsApp.
Preparaba
el protocolo Zoom para cada sesión diseñándolo en Power point, en la que
incluía: nombre del proyecto, las reglas de la comunidad digital y el tema de
la sesión.
El club virtual sesionó en seis ocasiones, comenzó con una participación de 9 mujeres, sin embargo, ésta fue reduciéndose cada día. Las mujeres que se conectaban no encendían sus cámaras ni sus micrófonos, o bien, la conexión de internet les impedía mantener una conversación estable y audible. Estos problemas operativos me hicieron dudar de la trayectoria del Club virtual, por lo que desestimé su continuidad y opté por cambiar de modalidad, y por ende de participantes, puesto que muchas de ellas radican fuera de Chiapas o de Tuxtla Gutiérrez.
Vuelta a
comenzar todo de nuevo para hacer del Club de historias para mamás ocupadas un
grupo con reuniones presenciales. De eso te contaré en la siguiente entrada.
Gracias por
pasarte por aquí. En otras entradas de este blog encontrarás material digital
de lectura para peques.
Wow, se nota que el inicio de tu proyecto de intervención no fue fácil. Me gusta cómo cuentas tu experiencia. Me encanta el diseño de tu blog y el contenido. Gracias por compartir. Saludos, Celi.
ResponderEliminarDefinitivamente tu proyecto no era nada fácil, eso es lo que pasa en ocasiones con la virtualidad, al no tener un referente presencial solemos no darle tanta importancia como las ocupaciones diarias o físicas. Pero sin duda esto solo fue un detonante para poder activar un espacio que lo necesitaba. ¡La biblioteca! y sin duda la convivencia y los aprendizajes seguro son ¡más gratificantes! Ánimo y a seguir adelante
ResponderEliminarExcelente proyecto! Me encantará conocer terminada la investigación y sus resultados.
ResponderEliminarEs muy interesante las experiencias del inicio de tu club, ademas de conocer el proceso una vez ya formado el club, saludos Celi.
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