La mujer como líder en el consumo responsable. Primera parte.

Mujeres y consumo responsable 
Por Celi Vázquez G. 

El año 2019 dicen los expertos, cerró como la década más calurosa registrada. Las emisiones de CO2 (Dióxido de carbono) crecieron en 2019 un 0.6% respecto al 2018. Parece un número pequeño pero en terminos de los registros mundiales es en sí muy importante. China, India y Estados Unidos son de los países más contamintantes en el planeta. Los primeros dos son los más grandes fabricantes de todo lo que consumimos el resto de países. De allá viene casi todo: el celular que estás usando, la ropa, los juguetes, accesorios, autopartes y mucho más. 

 

Una de las lecciones que nos deja el confinamiento durante la pandemia de COVID-19 es que el mundo sigue girando, todo sigue su curso y los seres humanos no somos necesarios para su funcionamiento. Es todo lo contrario. 


 

En una publicación anterior hablamos de los visitantes que han tenido muchas ciudades y poblados en el mundo: la fauna silvestre ha salido de su hábitat para acercarse a los centros de población, ya sea en su busqueda de alimento o por la curiosidad con el inusual silencio de las calles. Los noticiarios nos han informado: Los niveles de contaminación del aire en China disminuyeron tanto que volvieron a verse cielos azules en las grandes ciudades. El planeta se está curando. 


Entonces, cuando el confinamiento termine en todas partes ¿Volveremos a ser y hacer cómo eramos antes? Espero que no. 

Datos provenientes de Harvard Bussines Review señalan que las mujeres representan el 70% de las decisiones de compra a nivel mundial. Es decir, a pesar de que el poder adquisitivo de las mujeres no se igualan a las de los hombres, son ellas quienes tienen la última palabra en la mayor parte de las compras. Son las mujeres quienes adoptarán primero hábitos de consumo sostenibles.

El consumo responsable implica ver el origen, la producción, la adquisición y  el destino final de un producto.  
El consumidor responsable es aquel consumidor informado, consciente y activo en la elección y determinación de su compra. Tiene como fin la buscar la opción de consumo de menor impacto con el medio ambiente.
El consumo responsable implica estar informado de los aspectos económicos, sociales y ambientales en la producción de un producto. Preguntarse de dónde viene, quienes estuvieron implicados en la producción, con qué materiales, insumos o equipo se realizó, cuál fue el impacto ambiental durante la producción y en su destino final. 

 

Es una actitud crítica ante nuestros hábitos de consumo, después de la pandemia y el confinamiento mundial ya no podemos hacer la vista gorda. 
A partir de ahora debemos preguntarnos al comprar un artículo: ¿Es ético? ¿es socialmente justo? ¿es solidario? ¿es sostenible? ¿Es altamente contaminante? ¿es saludable? ¿daña el medio ambiente después de su uso? 

Las consumidoras tenemos el poder de promover cambios en los modelos de producción, cambios en los productos mismos y finalmente en los hábitos de compras. En E.E.U.U. las mujeres están más dispuestas a cambiar sus hábitos de consumo, investigan más sobre los productos que van a consumir y buscan alternativas para reutilizar. 

Te pregunto a ti mujer, ¿estás dispuesta a cambiar tus hábitos de consumo? Por ti, por los tuyos, por el planeta que dejaras a las generaciones venideras. 

En el siguiente artículo veremos alternativas para encaminarnos hacia un consumo responsable. 

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